Somos una generación que desafía los límites y alcanza hazañas extraordinarias, inspirada por figuras como Jabes. Este hombre, inicialmente definido por un nombre cargado de negatividad por sus padres, encontró en la oración un poder transformador. Fue mediante su conexión con Dios que Jabes se elevó por encima de las limitaciones impuestas, haciendo que el curso de su vida cambiara de manera radical. Constantemente, Jabes buscaba el apoyo y la guía de Dios, reconociendo que en esa comunión encontraba la fuerza para superar cualquier obstáculo. Su historia nos recuerda que, incluso cuando nos enfrentamos a adversidades aparentemente insuperables, el poder de la fe y la perseverancia puede abrir nuevos caminos y llevarnos a logros inimaginables.
