Comunidad Cristiana de Montgomery, la pereza, el enemigo silencioso

El enemigo silencioso

La pereza es un enemigo silencioso, casi nadie se percata de su presencia y a veces ni nosotros mismos porque es una actitud mental que nos llega a gobernar, si la dejamos, y que nos trae consecuencias que deterioran nuestra calidad de vida, la de nuestra familia, nuestra congregación, y en fin la sociedad en que vivimos.

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.

Romanos 12:11 RVR1960

La pereza nos lleva a procrastinar

La pereza nos lleva a procrastinar, a dejar todo para otro momento; ese momento puede ser que nunca llegue porque cuando llega el momento lo volvemos a postponer.

Pensemos: ¿cuántas cosas tenemos pendientes por hacer y no las hacemos por pereza?

Mira ahora mismo alrededor de tu casa, de tu lugar de trabajo o donde te encuentres ¿Notas algo que puedas hacer hoy y que lo has venido postponiendo?

Quizás no sea algo tan tangible pero ¿recuerdas algún mensaje que debes enviarle a alguien? ¿Alguna tarea que entregar? ¿Una respuesta que dar?

En Proverbios capítulo seis se nos exhorta a ser sabios e imitar a la hormiga que no teniendo quien la dirija o gobierne prepara su comida a su tiempo y se prepara para el invierno. No tenemos que esperar que alguien nos exija que hagamos algo que sabemos debemos hacer, aprendamos a ser diligentes haciendo lo que debemos en el tiempo correspondiente.

La pereza nos empobrece

La pereza nos empobrece la mente, la calidad de vida y hasta financieramente. El dejar cosas acumuladas pendientes que nunca hacemos nos crea una carga innecesaria que silenciosamente nos causan estrés y deteriora la salud.

También nos causa vergüenza o culpa al ser incumplidos o desordenados. Daña nuestro testimonio. Impide nuestro avance en la vida, nos cierra puertas y si dejamos que la pereza siga minando nuestra mente nos llevará a la inercia. La pereza hace retrasar las promesas de Dios en nuestras vidas.

La pereza es pecado

¡Despertemos! ¡La pereza es un pecado no escandaloso pero a la vez cuánto escándalo puede causar en los lugares donde nos desenvolvemos! El desorden grita, no pagar a tiempo hace mucho ruido, un mal testimonio hace ruido porque se comenta dónde vayamos, y muchas de estas cosas es culpa de la pereza.

¡Hoy te invito a sacudir esa actitud mental y a decidir ser diligente! Un paso a la vez hace grandes cambios.

Por Tamayz Aman. Usado con permiso de Centro de Refugio Espiritual en Línea.

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