Estar bajo una cobertura apostólica y profética te permite desarrollarte en los dones del espíritu, según lo detallado en 1 Corintios 12, donde se menciona la diversidad de dones y la unidad en el cuerpo de Cristo.

Estar bajo una cobertura apostólica y profética te permite desarrollarte en los dones del espíritu, según lo detallado en 1 Corintios 12, donde se menciona la diversidad de dones y la unidad en el cuerpo de Cristo.